Por Agustín Landa.
Un anhelo que las personas tenemos en el ámbito profesional es contar con el equipo ideal, ese que funcione de la misma manera que las manecillas del reloj para cumplir el propósito o misión, pero ¿cómo se conforma un grupo de colaboradores competentes?
Al pensar en un equipo ideal nos viene a la mente aquel que trabaja en una misma ruta. En las organizaciones civiles, como en las empresas, es vital contar con una diversidad de perfiles de profesionistas que cubran los diferentes frentes que ayuden a las las instituciones a alcanzar sus objetivos y con ello su misión.
De acuerdo con Michael Page, compañía especializada en recursos humanos, existen cuatro grandes variables que cualquier equipo debe contemplar: Objetivos que se quieren conseguir, las tareas que se tienen que llevar a cabo, las funciones que se tienen que realizar y los roles que hay que desempeñar.
Si bien en la práctica dentro de la sociedad civil organizada, existen grandes retos, resulta muy conveniente dar la importancia necesaria a la integración del equipo con quienes trabajaremos hombro a hombro para asegurar el impacto en las poblaciones que atendemos.
Dentro de las 10 mejores prácticas de procuración de fondos que el equipo de LANZA consideramos se deben atender se encuentra el número seis; contar con un “Equipo de Trabajo Competente”. Ninguna institución avanza de forma exitosa sin un equipo de trabajo profesional, creativo y competente, un nivel adecuado del mismo.
Al mismo tiempo es crucial que se estructure el equipo de trabajo acorde a las necesidades y se le motive de forma consistente si se pretende alcanzar resultados máximos. De tal forma que el esfuerzo del equipo de trabajo debe tener descripciones de puestos claras, prioridades, metas, objetivos, procesos y actividades específicas para ser cumplidas dentro de un marco de tiempo definido.
En este sentido, Michael Page sostiene que existen seis características para el éxito de los equipos: 1) tener los objetivos definidos, consensuados y medidos; 2) claridad en la definición de los roles; 3) procesos bien definidos; 4) buena comunicación y buen clima laboral; 5) confianza y respeto; y 6) participación de todos, es decir un alto compromiso individual que abone a la visión global de la organización.
Más allá de las diferencias de personalidad, hagamos especial énfasis en las capacidades y fortalezas que cada miembro del equipo posee para que se complementen, incentivando siempre los mejores resultados y alcance de los objetivos previamente definidos.
Una vez que hayamos logrado consolidar a nuestro equipo de trabajo competente, no perdamos de vista la posibilidad de impulsar el crecimiento y desarrollo profesional de cada uno de los integrantes mediante la capacitación constante o promoción de sus posiciones, garantizando con ello la continuidad de los esfuerzos y abriendo la posibilidad de asumir nuevos retos.
Y en tu organización ¿qué acciones están tomando para llegar a ser el equipo que camina en la misma dirección para cumplir sus objetivos?
- - - - - - - - - -
En nuestra próxima entrada abordaremos el punto 7 de 10: Procuración Integral y Divulgación, que LANZA recomienda para contar con un programa de procuración de fondo eficaz. ¡No te la pierdas!